Thursday, July 4, 2013

Mr. Brightside

This post may be a little different from what I tend to write, mainly because its in spanish, but also because it is not a concrete story of one of the women that came to the offices, its a mix of them, a bunch of the experiences that they have shared with me during some counseling sessions. I think it actually represents pretty well how a young girl feels when she finds out she is pregnant and its in spanish because some of the expressions are more powerful in my tongue mother language. I hope you like it.

POSITIVO

"Mierda, mierda, mierda" pensé, volví a coger el tubito con la esperanza de que la segunda línea desapareciera, pero ahí estaban; dos rayitas perfectamente marcadas. No había duda, estaba metida en un buen lío.

Lo tiré al suelo del baño y me derrumbé sobre mis rodillas con la frente apoyada en el lavabo, la cabeza me daba vueltas y me empecé a marear. Entonces volvieron los dolores, una arcada hizo que sacudiera el tronco golpeándome la cabeza y me giré hasta alcanzar el váter. Otra sacudida, y esta vez no pude hacer nada, la arcada era demasiado grande, abrí la boca y vomité.

"Dios, ¡qué asco!" Llevaba así casi dos meses y hasta hoy no me había atrevido a hacerme la prueba porque me negaba a creer que pudiera estar... el solo hecho de pensar en la palabra "embarazada" hacía que las arcadas volvieran así que me apoyé contra la pared y me senté en el suelo, con las piernas separadas e intentando respirar muy lentamente.

Una ráfaga de imágenes se me pasaron entonces por la cabeza: la graduación de mi hermana, la fiesta de después, lo especialmente atractivo que estaba Dani aquella noche y su coche, sobretodo su coche; cómo olvidarse de ese maldito pick-up negro y de su condenada parte de atrás. "Los niños en los asientos delanteros provocan accidentes, y los accidentes en los asientos traseros pueden producir niños" Cris y yo nos reiamos siempre con esa afirmación, pero ahora no tenía ninguna gracia.

Me tapé la cara con las manos "esto tiene que ser una broma, una jodida broma". Pero por mucho que me lamentara no podía cambiar nada, tres ausencias no podían ser un desajuste hormonal, y las náuseas matutinas no ayudaban; recogí el test del suelo y mis ojos se clavaron en esas dos rayas; cerré la mano y volví a revivirlo todo.

Recordaba lo asustada que estaba, aunque trataba por todos los medios de aparentar que dominaba la situación; en los casi 7 meses que llevaba con Dani, él lo había intentado varias veces, y lo cierto es que siempre acababa rechazándole, por una cosa o por la otra; no es que fuese una de esas defensoras acérrimas de la virginidad hasta vete tú a saber cuando, pero había algo en el sexo que aún me incomodaba y prefería esperar "¿hasta cuando?" me decía siempre él, "hasta que yo quiera" era lo que realmente pensaba pero lo cierto es que lo que le respondía era simplemente "pronto".

Esa noche, no salí de casa con ningún propósito especial, ni intenciones de ceder, pero lo cierto es que en aquel momento me pareció una idea perfecta, ¿qué podía salirme mal? tenía 20 años, estudiaba en una de las mejores universidades del país, acababa de empezar el verano, estábamos solos, el coche de Dani no era la suite del Empire donde Blair se veía con Chuck pero no estaba mal para una primera vez; sí, podría hacerlo, quería hacerlo.

Y lo hice. Tal y como lo cuenta Brandon Flowers en esa canción: She's touching his chest now, he takes off her dress now, let me go...

No sé cuánto rato estuvimos ahí, y no recuerdo nada que me hiciese pensar que la habíamos fastidiado en algo. ¿Qué pasó entonces? ¿se rompería lo que no tenía que romperse? creo que de haber sido así me habría dado cuenta, bueno, o tal vez no, lo cierto es que por mucho que intentase negarlo yo estaba deseando ese momento tanto como él, tal vez incluso me subiera al coche sabiendo lo que me esperaba, con una mezcla de nerviosismo y expectación; pero no me pareció irresponsable, vi en el riesgo algo atractivo, seductor, algo que me estaba llamando a gritos, casi tanto como el nudo de la corbata de ese traje...

Llevaba toda la vida diciendo que el problema de la juventud actual era que los tíos eran unos animales que solo actuaban según su instinto sexual y que la mujer tenía que controlar la situación e imponer un orden; teoría que, al menos en parte, se caía por su propio peso.

Joder, me gustaría tanto poder echarle la culpa de todo, llamarle y decirle que había sido su idea, que él me había agobiado al intentarlo tantas veces y que prácticamente se aprovechó de mí esa noche que yo estaba más bebida que de costumbre. Pero no era cierto, y llorar y gritar no me servirían, porque nada de lo que hiciésemos haría desaparecer la segunda rayita roja del test; había llegado el momento de asumirlo: estaba embarazada.


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