El otro día estaba hablando con una mujer, embarazada de pocas semanas, en una de las oficinas. Trataba de hacerle ver todo el cariño que como madre podía transmitirle al hijo que estaba esperando. Cuando le dije que tomase como modelo a su propia madre, me di cuenta de que me había metido en terreno pantanoso. La relación que tenía con su madre era pésima, no le había apoyado con su anterior embarazo y apenas le dirigía la palabra...
Es muchas veces esa falta de afecto que han vivido desde su infancia lo que es lleva a tener una vida desordenada, a buscar otras formas de rellenar el hueco de una familia, ese cariño que es tan necesario y que nunca han recibido. Además el carecer de un apoyo familiar les hace aun más vulnerables ante los problemas a los que se enfrentan.
Lo que intenté decirle a esa mujer fue que en sus manos estaba el darle la vuelta a la historia y tratar de ser para sus hijos la madre que ella no tuvo, y ser así, no solo la persona que les ha dado la vida sino la que más les ha querido desde el momento en su vida, que comenzó en su vientre.
Es muchas veces esa falta de afecto que han vivido desde su infancia lo que es lleva a tener una vida desordenada, a buscar otras formas de rellenar el hueco de una familia, ese cariño que es tan necesario y que nunca han recibido. Además el carecer de un apoyo familiar les hace aun más vulnerables ante los problemas a los que se enfrentan.
Lo que intenté decirle a esa mujer fue que en sus manos estaba el darle la vuelta a la historia y tratar de ser para sus hijos la madre que ella no tuvo, y ser así, no solo la persona que les ha dado la vida sino la que más les ha querido desde el momento en su vida, que comenzó en su vientre.
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