El valor del amor

He llegado a una pequeña conclusión de porqué las personas erramos mal con respecto al amor.
En este tiempo que llevo de " Pro life volunteer", he conocido tanto casos de chicas embarazadas como no embarazadas. Siempre piensan que tienen una razon lo suficientemente fuerte como para tomar la decision de no continuar con su embarazo.

Desgraciadamente muchas chicas se sienten forzadas a hacerlo porque sus parejas no quieren, no se sienten preparados para tener un hijo. Otras piensan que no es el momento adecuado para tenerlo, porque continúan el high school, college, tienen ya muchos hijos, o acaban de empezar un trabajo.

Pero la principal razón de un hijo debería ser el fruto del amor entre la pareja. Poniendo de lado las excusas varias expuestas por las clientes, nos olvidamos que si esa pareja ha tenido relaciones sexuales, es porque se supone que hay amor en la relación. Pero esto no ocurre ni en la mitad de los casos.
Vivimos en una sociedad en la que el sexo se ha desprendido del concepto del amor. Además de que las personas ven el acto sexual como un intercambio de intereses y no como un acto fruto del amor entre los dos.
¿Cómo cambiar ese concepto entre la población juvenil? ¿Acaso no debería estar en la familia, los padres, el mejor testimonio de que el amor existe?

Oraciones para aprender a amar:
Señor, cuando tenga hambre, dame alquilen que necesite comida;
  Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
  Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
  Cuando sufra, dame alguien que necesite consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
  Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mi, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mi mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Madre Teresa de Calcuta.