Buenas a todos!
Me llamo Jaime, soy un interno de 19 años de EMC. El miercoles pasado llegue con ilusion, ambición y temor a partes iguales. Ilusión por ayudar, ambición por salvar cuantas más vidas humanas posibles, y bueno, temor porque lo nuevo y desconocido siempre asusta.
El miércoles por la noche llego el primer mensaje con mi mision del dia siguiente: oficina del bronx. Tras ir hacia alli con Nuria, otra de las internas, se me explicó qué hacer y cómo atender a las mujeres que llegasen. Se les conoce a través de un cuestionario donde se pregunta información como la edad, nombre, escuela... datos personales hasta entrar en lo importante: las pretensiones a llevar a cabo con el embarazo.
Llovía, lo que redujo la clientela a una sola paciente. Se trataba de una mujer de raza hispanica, de 21 años que ya cuidaba dos hijos. Fue Kathy, la veterana mujer que lleva la oficina quien le hizo el interrogatorio con el fin de que yo aprendiera, pues no conviene que mi falta de practica pudiera conllevar la perdida de una vida.
Yo observaba con todo detalle, la chica había venido con su novio, padre de los hijos de ella. Dada la circunstancia, daba por por hecho que ella no podría costear un tercer hijo y que pretendería abortar. Yo miraba su vientre y me compadecía por una criatura que quizás no vería la luz.
Pero llegó la pregunta clave: "¿Cuál es la intención con tu embarzo?" - Tener al niño.
Ella venia por la ecografia que EMC proporciona gratuitamente en un hospital a parte. Fue entonces cuando respire tranquilo y me quedo claro que no se debe prejuzgar a nadie. No todos los casos serán tan fáciles, pero sin duda ha sido un gran comienzo.
Me llamo Jaime, soy un interno de 19 años de EMC. El miercoles pasado llegue con ilusion, ambición y temor a partes iguales. Ilusión por ayudar, ambición por salvar cuantas más vidas humanas posibles, y bueno, temor porque lo nuevo y desconocido siempre asusta.
El miércoles por la noche llego el primer mensaje con mi mision del dia siguiente: oficina del bronx. Tras ir hacia alli con Nuria, otra de las internas, se me explicó qué hacer y cómo atender a las mujeres que llegasen. Se les conoce a través de un cuestionario donde se pregunta información como la edad, nombre, escuela... datos personales hasta entrar en lo importante: las pretensiones a llevar a cabo con el embarazo.
Llovía, lo que redujo la clientela a una sola paciente. Se trataba de una mujer de raza hispanica, de 21 años que ya cuidaba dos hijos. Fue Kathy, la veterana mujer que lleva la oficina quien le hizo el interrogatorio con el fin de que yo aprendiera, pues no conviene que mi falta de practica pudiera conllevar la perdida de una vida.
Yo observaba con todo detalle, la chica había venido con su novio, padre de los hijos de ella. Dada la circunstancia, daba por por hecho que ella no podría costear un tercer hijo y que pretendería abortar. Yo miraba su vientre y me compadecía por una criatura que quizás no vería la luz.
Pero llegó la pregunta clave: "¿Cuál es la intención con tu embarzo?" - Tener al niño.
Ella venia por la ecografia que EMC proporciona gratuitamente en un hospital a parte. Fue entonces cuando respire tranquilo y me quedo claro que no se debe prejuzgar a nadie. No todos los casos serán tan fáciles, pero sin duda ha sido un gran comienzo.
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