Como dije en mi ultimo blog, trabajar haciendo Sidewalk counseling, es decir, en las puertas de las clínicas, no es tarea fácil. En Preterm (Cleveland) en particular, las personas entran en coche y aparcan en el parking interior, y por ello es mas complicado poder hablar con ellos. La mayoria de las veces las chicas pasan sin parar, otras te increpan o incluso te insultan. Y cuando llevas unas cuantas horas frente a la clínica, eso desanima bastante.
Pero por suerte, no siempre es así. Hace unos días, un coche paró junto a Iñigo,que se encontraba en la salida. En el se encontraban una mujer de mediana edad con su hija jóven. Resultó que esta última estaba embarazada, y habian acudido a la clínica para realizarse un aborto. Tenia más hijos pequeños y no estaban pasando un buen momento económico. En el último momento sin embargo, la futura abuela del bebé fué consciente de lo que estaban próximas a hacer y cambiaron de opinión. Con sus propias palablas prefería dar al bebé que pensar en las cosas horribles que le harían ahí dentro.
Nos dió las gracias por estar ahí cuando ellas entraron, y es que nunca sabemos hasta que punto podemos llegar a influir en las personas que entran en la clínica solo por nuestra presencia.
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Iñigo hablando con las dos mujeres afortunadas!!
La alegría que nos dió al enterarnos de que no iba a abortar fue inmensa. Es un respiro de ánimo para nosotros,que tantas mujeres vemos cada día que salen de terminar con su bebé, ver que quizás el solo hecho de estar ahí fuera puede hacer a alguien pensar hasta llevarla incluso a cambiar de opinion con respecto a su bebé.
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