Balance de mi internship

El pasado jueves, durante mis últimas horas de trabajo en Queens, aproveché para reflexionar un poco acerca del verano una vez que el ajetreo de la oficina se hubo calmado. Han sido dos meses muy intensos, en los que he aprendido y he enseñado. Los primeros momentos fueron un tanto difíciles, porque entré en contacto demasiado rápido con las historias tan complicadas que escondían aquellas mujeres. Pero, poco a poco, fui familiarizándome con los modos de trabajar y cargándome de energía para lidiar con sus problemas.

Me voy de aquí contenta, no solo por haber ayudado, sino por haber adquirido en cierta manera una formación y una experiencia que me ha marcado para el resto de mi vida. Antes de venir, me declaraba provida, pero ahora puedo decir que he conocido de primera mano todas las implicaciones que rodean al aborto, tanto a las madres como a sus hijos. Este no es un internship como cualquier otro en el que vas a trabajar a una empresa, porque aquí vienes a madurar, a crecer como persona y darte en cuerpo y alma.