Probablemente son pocos los que han oído hablar de este pequeño pueblo del norte de Estados Unidos, a orillas del gran lago Erie.
Milan, Ohio, es el lugar de nacimiento de Thomas A. Edison, cuya figura, estoy segura, no es necesario presentar porque su nombre habla por sí solo.
Quiero hablar de este pueblo porque considero que es uno de esos ejemplos perfectos del verdadero norteamericano. Son personas sencillas, humildes, dispuestos a ayudar a cualquiera que llame a la puerta... Sin esperar nada a cambio. No es de extrañar, por tanto, que tal persona como Thomas Edison haya nacido y vivido su infancia en tal lugar como Milan. ¿Qué sería de nuestro mundo sin este ilustre genio? ¿Habríamos sido capaces de progresar tanto en tan poco tiempo?
Los verdaderos genios son aquellos que miran por el futuro de la humanidad y no por sus intereses egoístas, es el que dedica el día y la noche a trabajar por el bien de todos, y es el que, bajo ningún concepto, utiliza su poder para causar mal. Con los valores que aprendemos día a día, con humildad y recordando siempre de donde venimos, somos capaces de hacer grandes cosas. ¿Y qué mejor lugar para aprender esto que un sencillo pueblo como Milan, Ohio?
Los verdaderos genios son aquellos que miran por el futuro de la humanidad y no por sus intereses egoístas, es el que dedica el día y la noche a trabajar por el bien de todos, y es el que, bajo ningún concepto, utiliza su poder para causar mal. Con los valores que aprendemos día a día, con humildad y recordando siempre de donde venimos, somos capaces de hacer grandes cosas. ¿Y qué mejor lugar para aprender esto que un sencillo pueblo como Milan, Ohio?
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