La semana pasada asistí a la National
Right to Life en Washintong. Fue una gran ocasión para conocer de primera mano a
los principales líderes prolife de USA. A lo largo de la conferencia, a la que
asistieron cristianos de diversas confesiones, se trataron una gran conjunto de
temas: el papel de Planned Parenthood en la industria del aborto, la
organización de los diferentes movimientos prolife en USA, pero especialmente el
papel de la política en el aborto a raíz de la reciente aprobación del Obama
Care.
Si
bien no estaba totalmente familiarizado con todos los pormenores del Obama
Care, ahora puedo afirmar que su aprobación supone un cambio radical en la
política estadounidense. Hasta ahora, ningún presidente americano había
intervenido en temas morales que causaran controversia entre la población. El
Obama Care vulnera la libertad de los diversos hospitales que pertenecen a la
Iglesia y marca un peligroso precedente en lo referente a la legislación
americana.
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