Hoy he vuelto a ir a la oficina del Bronx a atender a las mujeres que vienen. Han venido seis clientas, de las cuales una de ella ha decidido mantener su bebé (las otras clientas dieron negativo en su test de embarazo). Me gustaría dedicarle este post a esta chica, cuyo cambio me ha sorprendido!!
Cuando llegó a la consulta, tenía la mirada baja y empañada, al comenzar a atenderla algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas, preguntaba si le iba a facilitar la píldora en ese día e instante. Pero comenzamos a hablar (como en el resto de las entrevistas que hacemos) hablamos de los riesgos que el aborto puede tener, que parece una solución rápida y fácil, pero que deja huella para toda la vida y hay un peso que no se borra; el sentimiento de culpa. Su mirada reflejaba que no quería deshacerse de ese, pero tenía miedo y estaba asustada por diferente motivos. Pero a pesar de que hagamos algo erróneo siempre tendremos la oportunidad (siempre, porque hasta Dios perdona) de aprender de esos errores.
Previo a ver el vídeo sobre los riesgos y procedimientos del aborto, le enseñé un folleto (This is not your only choice) y le enseñé cómo sería el tamaño de su bebé (10 semanas) y le comenté que sus dedos ya estaban definidos). A lo largo del vídeo noté que cambiaba de actitud, que se conmovía y que cogía el folleto de nuevo en sus manos y analizaba perfectamente las características del bebé que llevaba en su vientre. Y así de repente me dijo que había decidido mantener al bebé (I want to keep my baby) porque ya era muy grande y lo quería. me pidió que le enseñara cómo sería su bebé!!!
Su rostro había cambiado, sus lágrimas ahora eran de felicidad. estaba contenta y feliz!!! (y yo di gracias a Dios porque entró en nuestra oficina y no en una clínica abortista). Mañana irá a realizarse un sonograma y podrá ver cómo es y cómo está.
Me alegro de poder haberla atendido y haber hablado con ella durante todo ese tiempo, porque el cambio de su corazón me ha ayudado y me alegró!!
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