Durante la semana pasada Bea y yo
hemos estado acudiendo a la oficina del Bronx junto con Kathy y una nueva
interna americana, Iesha, ¡bienvenida!.
Al ser la última semana de agosto fue
especialmente tranquila en la oficina del Bronx, pero no por ello menos
fructífera. El jueves vino una chica puertorriqueña, tenía 23 años y dos niños
pequeños, y ahora estaba embarazada de un tercero. Tras realizar el test de embarazo y
mostrarle el video de los diferentes tipos de técnicas de aborto, estuvimos
hablando un rato de su situación. Aunque económicamente se encontraba en un
buen momento, decía no sentirse anímicamente capaz para afrontar un embarazo, y
le explicamos los daños no sólo físicos, sino también psicológicos que un
aborto trae a las mujeres.
Finalmente le dimos cita para
hacerse un sonograma, ya que quería saber con certeza de cuántos meses estaba
embarazada.
Se marchó, y al cabo de unas dos
horas llamó a la oficina para decirnos que había decidido quedarse con el niño.
Parecía muy feliz. En mi opinión, buscaba alguien que le animase, que le
recordase que si había sido fuerte para sacar adelante a sus dos preciosos
hijos también estaba preparada para tener un tercero. Que ella valía tanto como
persona como para ser madre, y que por muy mal que le trate la vida siempre
habrá gente que esté junto a ella cuando necesite ser apoyada y escuchada.
No comments:
Post a Comment